miércoles, 25 de julio de 2012

RECOMENDACIONES GENERALES PARA SEGUIR CON ENFERMOS DE ALZHEIMER


El envejecimiento progresivo de la población lleva relacionado una serie de patologías y, podríamos decir que una de las que más relevancia tiene para el paciente como para sus familiares, amigos,…, así como la necesidad de recursos sanitarios y sociales, unido al elevado coste emocional y económico para el paciente y la familia son las demencias y, en particular, la enfermedad de Alzheimer.
En nuestra residencia más del 56% de los usuarios padecen algún tipo de demencia, de las cuales más del 63% son demencias del tipo enfermedad de Alzheimer. Dada la importancia y relevancia de este tipo de enfermedad, voy a exponer a continuación una serie de recomendaciones generales que pueden seguir para mantener al máximo la dignidad y calidad de vida de los pacientes con Alzheimer. Estas son:
 
-Mantener un horario constante como una secuencia (siempre la misma) de comidas, higiene, etc. (de las actividades básicas diarias).
- Vigilar y poner especial cuidado en la regularidad del ciclo vigilia-sueño.
-Mantener un  entorno lo más estable, seguro, sencillo, facilitador, orientador, adaptado y tranquilo posible, tanto físico como familiar.
-Adelantarnos a sus necesidades, pero sin sobreprotegerlos, estimulando su autonomía.
-Realizar actividad física adapta diariamente o tan frecuente como sea posible.
-Mantener una misma estructuración de las actividades diarias.
-Dar tiempos de tranquilidad y relajación.
-Mantener y estimular las capacidades conservadas del individuo.
-Estimular la repetición de gestos cotidianos y que participen de la vida cotidiana.
-Estimulación de aspectos cognitivos de la persona.
-Simplificar tempranamente y al máximo las tareas de autocuidado.
-Estimular el habla y cualquier comunicación de forma sencilla, adecuada y clara.
-Orientación temporo-espacial constante.
-Asesorarse acerca de los hábitos molestos, alteraciones del estado de ánimo, trastornos del comportamiento que acompañan a la enfermedad.
-La seguridad propia y la de los demás es imprescindible y deberemos buscarla siempre.
-Buscar las actividades de ocio y tiempo libre más motivadoras y participativas para el enfermo.
-Normalizar las repercusiones de su conducta (comprender su estado, su enfermedad. Ser flexibles y pacientes (la discusión aumentará su confusión)).

JOSE MIGUEL SÁNCHEZ PÉREZ
TERAPEUTA OCUPACIONAL
  


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